jueves, 30 de agosto de 2012

Eton Mess



En el verano inglés no faltan los partidos de críquet, Wimbledon o festivales como el de la ópera de Glyndebourne. Por distintos que parezcan entre sí, estas tres citas tienen algo en común: las fresas con nata. Esta combinación representa para muchos ingleses, y para muchos otros que no lo son, uno de los sabores del verano.

Una de las formas más clásicas de esta feliz convivencia es el Eton Mess. Sus ingredientes básicos con fresas, merengue y nata. La leyenda cuenta que el Eton Mess nació cuando la mascota del célebre colegio, un perro labrador, se sentó sobre un cesto que contenía una pavlova pensada para ser comida en el descanso de uno de esos interminables partidos de críquet escolar. El resultado fue un desaguisado, un "mess", que, sin embargo, estaba rico. Desde hace más de un siglo el Eton Mess es uno de los postres clásicos del repertorio británico.

Para cuatro personas, cortamos medio kilo de fresas en cuartos o mitades. Reservamos un puñado para triturar con una batidora o robot. Montamos 300 mililitros de nata con azúcar al gusto. Aparte, estrujamos cuatro merengues hasta romperlos en trozos ni demasiado grandes ni demasiado pequeños. En un bol mezclamos los merengues rotos, la nata montada, el jugo de las fresas trituradas y los trozos de fruta. O bien servimos en copas individuales, alternando capas de fruta y de nata.

El Eton Mess de la fotografía (y del libro) se preparó con fresas silvestres que, a estas alturas del verano, ya han desaparecido. Pero se puede hacer con frambuesas o moras, por supuesto.

martes, 28 de agosto de 2012

Colamora



En la entrada dedicada al sorbete de mora comentábamos que hacía un buen postre por sí solo o que podía emplearse en otras recetas. Una de ellas es un colamora. Es tan sencillo que ni receta puede considerarse: refresco de cola con unas bolas de sorbete y algunas moras como acompañamiento.

La inspiración para el colamora se remonta a una visita de hace casi diez años a Lisboa. Una tarde nos dejamos caer por el Pavilhão Chinês, un local que nos recomendó el escritor Manuel Rivas (sus otras recomendaciones fueron ver el Trípico de las tentaciones de San Antonio, del Bosco, en el Museu Nacional de Arte Antiga, y coger el tren a Sintra), con una decoración que por sí misma ya justifica el desplazamiento. En su carta de cócteles figuraba una "vaca preta" (vaca negra, en portugués), que resultó ser un vaso largo de refresco de cola con una bola de helado de nata.

El sorbete de mora combina muy bien con la cola (también lo hace el de limón, por cierto) y en estos días hace un postre muy refrescante y digestivo.

lunes, 27 de agosto de 2012

Sorbete de mora


Estos últimos días de agosto en los que ya se pueden recoger bastantes moras y todavía hace un calor propio del verano apetece preparar alguna receta fresca y apropiada a la temporada.

Un sorbete es una buena opción, tanto para degustarlo solo como usarlo en alguna otra receta.

Para prepararlo necesitamos:
-350 gramos de moras (u otros frutos, si nos apetece).
-175 gramos de azúcar.
-126 centilitros de agua.
-Un chorrito de zumo de limón.

Preparamos un almíbar hirviendo el azúcar y el agua un par de minutos. Dejamos que enfríe.
Trituramos las moras y las colamos para retirar las semillas.
Mezclamos esta pulpa con el almíbar y el zumo de limón y lo vertemos en la heladera. Si no tenemos, congelamos la mezcla en un recipiente y cada media hora lo sacamos para batirlo con un tenedor hasta obtener la textura de sorbete.

Dulce y frío...

sábado, 25 de agosto de 2012

50 recetas con moras y otros frutos silvestres


Estamos en tiempo de moras. En estos días de finales de agosto las zarzas ofrecen sus frutos ya maduros, esperando a que alguien pase a recogerlos. Son inconfundibles: bayas moradas, en su punto, y otras rojas, esperando unas horas más de sol para madurar. 

Un agradable paseo por el campo puede completarse con la recompensa de unos cestos repletos de moras que se pueden saborear al natural o utilizar para elaborar mermeladas y licores. Pero son muchas más las preparaciones en las que las humildes moras pueden demostrar su versatilidad, desde tartas y todo tipo de postres hasta helados, bebidas e incluso acompañamientos de platos salados. 

Cincuenta de estas recetas forman parte del libro que hemos publicado; aquí iremos publicando algunas, junto con sus fotos, y otras nuevas para sacarle todo el partido en la cocina a estos tesoros gastronómicos del bosque.